Marruecos promete acelerar inversiones en Alhucemas para frenar las protestas

El Gobierno de Marruecos intentó este lunes poner freno a las protestas que se iniciaron en Alhucemas (60.000 habitantes) hace seis meses. Por primera vez una delegación de varios ministros y directores generales volaron hacia la ciudad rifeña para transmitir a decenas de representantes de la sociedad civil un mensaje del rey: las reivindicaciones del llamado Movimiento Popular (Hirak Chaabi, en árabe) eran “razonables” en su mayor parte y los ministros se comprometían a “acelerar” las inversiones que ya se habían anunciado en 2015. Aquello era una mano tendida, una marcha atrás implícita del Estado respecto al comportamiento mantenido hasta ahora.

No había pasado apenas una semana desde que seis formaciones del Ejecutivo, presidido por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), difundieron un escrito en el que acusaba a los manifestantes de estar siendo “instrumentalizados” desde el Exterior y aseguraban que sus reivindicaciones estaban teñidas de un “carácter separatista”. A eso respondió el líder del Movimiento, Naser Zefzafi, con el llamamiento a una huelga general el 19 de mayo y una manifestación que sacó a decenas de miles de rifeños a la calle bajo el lema “No sois un Gobierno sois una mafia”.

Naser Zafzafi, líder del Movimiento Popular
Ahora, una buena representación de ese Gobierno, con los titulares de Interior, de Justicia, de Educación y de Agricultura y Pesca comparecieron ante decenas de representantes de la sociedad civil de Alhucemas en la sede del Gobierno Civil, escoltados por dos grandes fotos del rey Mohamed VI. Los ministros no se inhibieron a la hora de lanzar promesas y el público tampoco pareció cortarse a la hora de plantear demandas. Muchos de los que intervinieron pedían que el Gobierno se disculpara por llamarles separatistas.
Durante dos horas los ministros fueron desgranando todas las obras y proyectos cuya puesta en marcha se había anunciado en 2015 para terminar antes de 2019 y ahora se iban a acelerar: un hospital multidisciplinar que empezó a construirse el pasado abril, un centro especializado en oncología, que empezaría a funcionar en julio. El ministro de Educación, Mohamed Hasad, se comprometió, además a construir una universidad a partir del año próximo si el ayuntamiento de Alhucema le cede el terreno. Respecto a la eliminación del decreto de 1958 por la cual se declaró a Alhucemas zona militarizada, el ministro del Interior, Abdelouafi Laftit, insistió en que el decreto fue eliminado en 1959.

Después llegó el turno de palabras para el público y no faltaron las críticas hacia el Gobierno. Un participante sugirió que la futura universidad llevara el nombre de Abdelkrim, el hombre que en 1921 derrotó a las tropas españolas en el desastre de Annual y fundó la República del Rif (1921-1926). Todo ello fue presenciado por decenas de periodistas marroquíes que llegaron provenientes de Rabat en el mismo avión que los ministros. Si durante seis meses la mayor parte de los medios marroquíes silenciaron las protestas, ahora el Estado central ha dado un giro en su política de comunicación.

Pero a toda esa puesta en escena le faltaba un personaje clave: Naser Zefzafi, el líder del Movimiento Popular, quien aseguró no haber sido invitado. Aún no se había terminado la reunión entre los ministros y los representantes de asociaciones civiles cuando Zefzafi difundió un vídeo en el que convocó una marcha de “un millón de personas” para el próximo 21 de julio. Zefzafi dijo que los ministros no han venido para solucionar el problema de Alhucemas, porque ellos son parte del problema.

Un simpatizante del Movimiento Popular resumió a este diario las críticas de Nasser Zefzafi a la delegación ministerial: “Nasser siempre ha dicho que el ministro de Pesca, Aziz Ajanuch, tendría que estar ya detenido porque es el responsable de los delitos que se cometen en el sector de la pesca en Alhucemas. Los ministros han venido para intentar frenar y dividir al Movimiento, no para buscar soluciones ni responder a nuestras peticiones. Respecto a la universidad que han prometido construir si les dan tierras, Nasser ha dicho que para darles terrenos a las mafias inmobiliarias nunca hay problemas, pero cuando se trata de construir una universidad, ponen de excusa el problema de la tierra. En cuanto al decreto militar de 1958, Nasser siempre  dice que un decreto se retira con otro decreto. Y eso es lo que esperamos”.

Los miembros del Movimiento Popular aseguran que hasta ahora nunca han sido invitados al diálogo por ningún ministro. “Y los representantes de las asociaciones que estaban en esa reunión no representan la voz del pueblo”, denuncia el citado simpatizante del Movimiento.

Fuente: El País

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